Y parafraseando la canción de Los nosequien y los nosecuantos...fueron a llamar a más simios. El motivo del post de hoy es una película que vi el día sábado (muy bien acompañado, por cierto jaja). Esta película fue, por obvias razones, El planeta de de los simios (r)evolución (y si la quieren buscar en inglés el título es Rise of the planet of the apes). Sí, lectores, esta es una nueva versión de la historia de cómo los simios se apoderan del planeta. Esta película es diriga por la Fox y según ellos no tiene nada que ver con las otras versiones (una, por ejemplo, la clásica del año 68).
Esta versión nos cuenta cómo de un exprimento, que tiene como fin una droga que pueda ayudar con la renovación de células cerebrales en seres humanos (para ser más exactos el Alzheimer), termina aumentando la inteligencia de un mono. La clásica pregunta es...¿cómo rayos pasó? Simple, la historia comienza cuando capturan a una simia y es llevada al laboratorio. No obstante, esta simia al tratar de ser sacada de donde había sido colocada se pone furiosa (para esto ya se había realizado la respectiva prueba de la mejoría de esta droga en ella). No se necesita adivinar para saber que no vivirá más. El director de la investigación luego de esto se entera de que esta simia había tenido una cría. Cría que heredará las rasgos genéticos de la madre, sí, lectores, eso incluye la modificación que causó la droga en la madre. Decepcionado de los resultados obtenidos, y sobre todo del peligro que representaba para este pequeño simio el quedarse en el laboratorio, se lo lleva consigo hacia su hogar, donde se dará la sorpresa de que este pequeño simio desarrolla poco a poco una inteligencia superior a todos los demás.
Cabe resaltar que él tiene un padre ya enfermo en el cual prueba esta droga, y efectivamente, funciona. El simio es criado como un hijo dentro de la relación que sostendrá este personaje con una veterinaria del zoológico de la localidad. Pero, como es de esperarse, no todo sale tan bien. Como lo harían muchos, y sí, tú como animal que proteges a tus seres queridos (como animal social en palabras de Hannah Arendt), se encuentra con una situación ante la que tendrá que actuar violentamente (no les digo cual para no arruinarles la película ja, ja.). Por lo que es llevado a un refugio mientras que quien lo crió pasa por un proceso penal (el cual hubiera sido interesante que la película lo explotara más, pero como sabemos, es una película hollywoodense). El simio al recibir un mal trato de este refugio de simios y al observarlo a través de los demás (de los "otros" simios), se identifica con ellos y se genera en él, algo que no hace mucho fue desubierto en nuestra fisiología cerebral, la empatía.
Es así, como César (el simio principal, protagonizado por Andy Serkis, ajá! Y esto fue lo que olvidé decirte ese día, sí, tú ja, ja; se trata del mismo actor que dio vida a Gollum, un capo de esta técnica de captura de movimientos) tratará de de ayudar a los demás simios a escapar y buscar la "libertad". En el desarrollo de la película seremos testigos de como este simio logra liberarlos y de cómo la película explica una posible extinción de los seres humanos. Lo cual ya deja algunos vacíos de los que se darán cuenta la ver la película. Para resumir, es una película recomendable, en lo particular me gustó. Pero, como opinan muchos también, fue demasiado rápida y no explotó muchas partes que pudieron haber sido interesantes. Claro que para un público que busca ver cosas que explotan no estaría mal, pero en el cine se necesita explotar muchas cosas (y no me refiero a autos y helicópteros) que normalmente un homo videns no experimenta en la televisión. Si me preguntaran si la recomendaría, pues sí, no veo porqué no. Pero si lo que quieres es una buena historia tienes que ver definitivamente la del 68 con la actuación del genial Charlton Heston. Espero que disfruten la película y no problematizo más sobre el tema porque sino el post se vuelve muy largo, en todo caso lo podemos hacer en los comentarios ^^. Un abrazo a todos los que se dan el trabajo de leer. Y vayan al cine! De una a diez butacas yo a esta le doy 8 butacas, sobre todo porque un "texto" debe ser problematizado, aún cuando no te da los elementos suficientes, y de cierta manera, esta película lo logró.
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